Existe una seria manipulación de la información en las redes sociales, claramente identificado de dónde vienen estos intentos divisorios, la confabulación correista ha recaído en algunos líderes indígenas y en unos cuantos Asambleístas del movimiento Pachakutik que se han dejado seducir por el gandul discurso del prófugo de Bélgica.
La destitución del Presidente de la República si bien se
contempla en la Constitución ecuatoriana y en la Ley Orgánica de la Función
Legislativa por graves casos de conmoción social, esto no fue comprobado ni
bien argumentado por el Asambleísta proponente que pertenece a las filas del Movimiento
Pachakutik.
A simple deducción y masticadito, les pongo el ejemplo de
que hubiera pasado si esa moción aprobaba la destitución del Presidente de la República;
según análisis la ley determina que en los siguientes 6 mes se convoque a nuevas
elecciones, o sea quedaba en el cargo el Vicepresidente, aliado del ex mandatario
sancionado.
La gravedad del asunto es que en esos 6 meses pueden pasar
muchas cosas, como aprobar vía decreto lo que a los grupos de poder a los que
representa este Gobierno se les ocurra, con el interés voraz de saciar sus
intereses, haciendo del lado a la Asamblea Nacional que es el único poder del
Estado que hasta el momento se ha convertido en piedra en el zapato de las
pretensiones de la derecha.
En 6 meses, con el CNE a su favor se van a inventar la falta
de presupuesto para cumplir un calendario electoral, lo que significa que se
puede quedar el tiempo que quiera la derecha en el poder y seguir haciendo lo
que se les venga en gana, engordando a los oligarcas a costillas del pueblo y
dejando a la gente de clase baja y media en el fango.
Los escenarios son claros, los únicos que ven como buen
negocio la destitución de un Presidente a estas alturas son los correistas,
ellos han resquebrajado y fraccionado al movimiento indígena, su intención es llegar al poder para ocultar
los graves actos de corrupción que cometieron en los 14 años que manejaron el
País.
Para los seguidores del correismo el panorama está
despejado, con una derecha que sale por la puerta trasera, las organizaciones
sociales y el movimiento indígena dividido, son ellos los que van a regresar a
gobernar; desgraciadamente hay Asambleístas del Movimiento Pachakutik que
tienen enquistados en sus equipos asesores correistas camuflados que les han
vendado los ojos, mientras que a los otros, los del otro bando se les perdió la
agenda de lucha popular, lo que por el bien de sus bases, deben recuperar.
La conclusión es, el Pachakutik no está dividido; sus bases
siguen inquebrantables y más unidas que nunca, si confundidas por la postura
adoptada por dos bandos cegados por agentes externos que ven como sus
propósitos divisorios dan resultados entre los legisladores y algunos líderes indígenas, y les asusta la
firmeza de convicciones del pueblo que se cobija con el arcoíris.
Por: Francisco Mardoqueo.