martes, 21 de diciembre de 2021

POR QUE LA ASAMBLEA NACIONAL NO PODÍA DESTITUIR AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA POR EL CASO PANDORA.


Existe una seria manipulación de la información en las redes sociales, claramente identificado de dónde vienen estos intentos divisorios, la confabulación correista ha recaído en algunos líderes indígenas y en unos cuantos Asambleístas del movimiento Pachakutik que se han dejado seducir por el gandul discurso del prófugo de Bélgica.

La destitución del Presidente de la República si bien se contempla en la Constitución ecuatoriana y en la Ley Orgánica de la Función Legislativa por graves casos de conmoción social, esto no fue comprobado ni bien argumentado por el Asambleísta proponente que pertenece a las filas del Movimiento Pachakutik.

A simple deducción y masticadito, les pongo el ejemplo de que hubiera pasado si esa moción aprobaba la destitución del Presidente de la República; según análisis la ley determina que en los siguientes 6 mes se convoque a nuevas elecciones, o sea quedaba en el cargo el Vicepresidente, aliado del ex mandatario sancionado.

La gravedad del asunto es que en esos 6 meses pueden pasar muchas cosas, como aprobar vía decreto lo que a los grupos de poder a los que representa este Gobierno se les ocurra, con el interés voraz de saciar sus intereses, haciendo del lado a la Asamblea Nacional que es el único poder del Estado que hasta el momento se ha convertido en piedra en el zapato de las pretensiones de la derecha.

En 6 meses, con el CNE a su favor se van a inventar la falta de presupuesto para cumplir un calendario electoral, lo que significa que se puede quedar el tiempo que quiera la derecha en el poder y seguir haciendo lo que se les venga en gana, engordando a los oligarcas a costillas del pueblo y dejando a la gente de clase baja y media en el fango.

Los escenarios son claros, los únicos que ven como buen negocio la destitución de un Presidente a estas alturas son los correistas, ellos han resquebrajado y fraccionado al movimiento indígena, su intención es llegar al poder para ocultar los graves actos de corrupción que cometieron en los 14 años que manejaron el País.

Para los seguidores del correismo el panorama está despejado, con una derecha que sale por la puerta trasera, las organizaciones sociales y el movimiento indígena dividido, son ellos los que van a regresar a gobernar; desgraciadamente hay Asambleístas del Movimiento Pachakutik que tienen enquistados en sus equipos asesores correistas camuflados que les han vendado los ojos, mientras que a los otros, los del otro bando se les perdió la agenda de lucha popular, lo que por el bien de sus bases, deben recuperar.

La conclusión es, el Pachakutik no está dividido; sus bases siguen inquebrantables y más unidas que nunca, si confundidas por la postura adoptada por dos bandos cegados por agentes externos que ven como sus propósitos divisorios dan resultados entre los legisladores y algunos líderes indígenas, y les asusta la firmeza de convicciones del pueblo que se cobija con el arcoíris.

Por: Francisco Mardoqueo.