Loja.- A
las 12:20, ayer, el bus de la Cooperativa Turismo, con 40 personas a
bordo, partió desde la esquina de las calles 18 de Noviembre e Imbabura
hacia la ciudad de Cuenca, capital de la provincia del Azuay, luego de
venerar a la imagen de la Virgen del Cisne, de la cual son sus
imperecederos devotos.
La familia Sinche arribó a la localidad el último jueves. La promesa
hecha a la Virgen del Cisne de visitarla cada año no podía dejarse de
cumplir y llegado el día todos se concentraron para viajar en el bus que
uno de los parientes tiene y saber que ‘La Churonita’, como ellos la
llaman, los va a guiar.
Asistieron a procesión
“Todos los peregrinos venimos a visitarle a la Virgencita del Cisne,
que es nuestra madre celestial. Nos regresamos con la satisfacción de
haberla visto y orado ante ella. Esperamos llegar a Cuenca, si ‘La
Churonita’ lo permite a eso de las cinco y media”, estima Alfredo, el
chofer del bus.
Ellos viven en el barrio Santísima Trinidad de Racar, que está
ubicado al norte de la ciudad de Cuenca. Alfredo indica que año a año
arriban a Loja para estar presentes en la procesión de la Virgen del
Cisne, que es el 8 de septiembre y en el cual se recuerda el nacimiento
de la Virgen María.
Por el parque Bolívar
En el parque Bolívar, a pocas cuadras de la iglesia Catedral, se
concentraron los peregrinos azuayos que llegaban para descansar del
viaje que unos lo hicieron en bicicleta y otros a pie. La familia Pontón
integrada por cinco personas se apostó ahí y le llamó la atención que
ya no había cercas en las áreas verdes.
“Agradecemos a los lojanos por la cálida acogida. Somos devotos de
'La Churonita', que nos ha realizado varios milagros. Hoy (ayer)
retornamos y desde ya nos preparamos para venir a venerarla el próximo
año”, dice Eduardo Pontón Nieve, que la tarde de ayer retornaron a la
ciudad de Cuenca.
Tomado de: Diario La Hora.
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